Según un estudio británico, los chimpancés comparten sentimientos con humanos tanto conocidos como desconocidos y con miembros de su manada. Sin embargo, con chimpancés de otra comunidad o con los otros primates, no suelen hacerlo.
Un equipo de investigadores han estudiado la capacidad que tienen los chimpancés de
identificarse con los sentimientos y actitudes de otros individuos a
través de lo que se conoce como el “bostezo contagioso”.
Según diversos estudios, la empatía de los humanos suele ser
“muy flexible” ya que se suele sentir tanto por los más cercanos, como
también por personas desconocidas e incluso por animales de otras
especies. De esa forma, los investigadores han querido comprobar si los
chimpancés, una especie cercana a los humanos, tenían capacidad para
compartir los sentimientos como el ser humano.
La importancia de los bostezos.
Para realizar el estudio, los investigadores mostraron a los
chimpancés varios vídeos en los que salían tanto humanos como chimpancés
que conocían, otros que no habían visto nunca y algunos babuinos (una
especie de monos africanos). En los vídeos todos solían aparecer
bostezando, es decir, realizando una acción que en las personas suele
provocar una “empatía involuntaria”, es decir, como otro bostezo.
Los resultados demostraron que los chimpancés imitaban el bostezo de todos los humanos y el de los chimpancés que ya conocían,
pero no se contagiaron del resto (es decir, los chimpancés de otras
comunidades o con los otros primates), aunque mostraron “más interés”
por ellos.
Los investigadores han determinado que apenas hay empatía con los
babuinos (son un género de primates) y chimpancés de otras manadas, pero al mismo tiempo, el mayor
interés en verles en los vídeos, creen que puede ser por “la hostilidad
hacia ellos, y a que son vistos como potenciales enemigos”.
Finalmente, respecto al acto de responder a los bostezos de todos los
humanos (conocidos y desconocidos), los científicos han deducido que
los chimpancés no necesitan conocer al emisor del estímulo para que se
sientan identificados, pero sí que tiene que pertenecer a una especie
con la que los chimpancés tengan una historia de interacción social positiva.
Realizado por Ainhoa Martínez y Paula CVM.